La repostería es un arte que conjuga sabores, texturas y aromas para deleitar nuestro paladar. Sin embargo, muchas veces pensamos que es necesario tener una larga lista de ingredientes o ser un experto para lograr resultados impresionantes. Desmintiendo esta creencia, hoy te traemos una receta sencilla pero espectacular: un budín hecho con solo dos huevos que te dejará anhelando por más.
Ingredientes
- 2 huevos
- Una pizca de sal
- 1 cucharadita de azúcar de vainilla
- 100 g de azúcar
- 80 g de mantequilla derretida
- 130 g de queso blanco o requesón (alternativamente, puedes usar yogur natural)
- 150 g de harina
- 1 cucharadita de polvo de hornear
- 80 g de pasas
- Azúcar glas (para darle ese toque final y decorativo)
Preparación
1. Batir los huevos:
Comienza batiendo en un tazón amplio los huevos con una pizca de sal, el azúcar de vainilla y los 100 g de azúcar. Es fundamental lograr una mezcla homogénea para que el budín tenga una textura esponjosa.
2. Añadir la mantequilla:
Una vez bien batidos los ingredientes, agrega con delicadeza la mantequilla previamente derretida. Asegúrate de mezclar bien para integrar todos los componentes.
3. Incorporar el queso blanco:
Introduce el queso blanco o el requesón. Si no tienes alguno de estos, el yogur natural es un excelente sustituto. Esto aportará una textura cremosa y un sabor suave al budín.
4. Agregar la harina y el polvo de hornear:
Incorpora gradualmente la harina y el polvo de hornear, procurando no formar grumos. Este paso es crucial para obtener una masa suave y homogénea.
5. Añadir las pasas:
Con la masa lista, añade las pasas, que darán un toque especial y contrastante al budín. Las pasas aportan una dulzura natural y una textura masticable que complementa perfectamente la esponjosidad del budín.
6. Hornear:
Vierte tu preparación en un molde previamente engrasado y lleva al horno precalentado a 180°C. Monitorea el horneado y, tras 35 a 40 minutos, haz la prueba del palillo: si sale limpio, el budín está listo.
7. Decoración final:
Una vez fuera del horno, deja enfriar un poco y espolvorea con azúcar glas para darle una apariencia aún más apetitosa. El azúcar glas no solo añade un toque de dulzura extra, sino que también hace que el budín luzca más atractivo.
Disfruta de tu Creación
Este budín no solo es fácil de hacer, sino que su sabor y textura son inigualables. Es la opción perfecta para una tarde de té o para sorprender a tus invitados en una cena. Su simplicidad y delicioso resultado harán que se convierta en uno de tus postres favoritos.
Y si por alguna razón aún no te sientes del todo seguro sobre cómo hacerlo, te invito a ver la preparación detallada en nuestro video del canal «Recettes de Cuisine». ¡Atrévete a explorar la repostería con esta receta sencilla y disfruta de un budín que conquistará todos los paladares!